Las imágenes al microscopio tomadas por el doctor (Campra, P. 2021) siguen aportando una información muy valiosa para el esclarecimiento de los contenidos y materiales de los viales de las vacunas. En esta ocasión, se ha encontrado una evidencia fundamental, que confirmaría que la vacuna Comirnaty™ Pfizer presenta tecnología de autoensamblaje de cristales de ADN, en consonancia con lo expuesto en la entrada anterior relativa a indicios de autoensamblaje ADN-Origami. Este descubrimiento ha sido posible, al comparar las imágenes del doctor Campra y Ricardo Delgado (Delgado, R. 2022), con la literatura científica, en concreto con el trabajo de (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018) titulado “Modulación del autoensamblaje de cristales de ADN con agentes diseñados racionalmente“. Este descubrimiento ayuda a comprender mejor la naturaleza de los objetos observados, así como su conformación, lo que permite descartar el azar o una mera coincidencia, ya que lo observado, responde más bien, a la planificación y el diseño premeditado en laboratorio.

Análisis de las imágenes

En la figura 1 se presenta la secuencia de imágenes procedentes del estudio de (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018) en la que se observa el proceso de autoensamblaje de cristales de ADN a una escala de 200 μm, que resulta compatible con la escala de observación del doctor Campra. Se puede apreciar como las “moléculas de ADN” se van conformando en cristales bidimensionales y tridimensionales, de estructura cuadrangular, rectangular, cúbica, conforme a un orden de construcción predeterminado. Cuando se compara la morfología de estos cristales de ADN con la de los objetos observados en las muestras de la vacuna Pfizer, se llega a la conclusión de que la coincidencia es exacta, tanto en los formatos que se denotan, perspectivas, dimensiones y geometrías.

Imágenes de cristales de ADN en distintas gotas. Su morfología coincide exactamente con la observada en las muestras de la vacuna Pfizer
Fig.1. Imágenes de cristales de ADN en distintas gotas. Su morfología coincide exactamente con la observada en las muestras de la vacuna Pfizer. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)

En la figura 2 se confrontan las imágenes del estudio de Zhao y las obtenidas por el doctor Campra en su observación de la vacuna Pfizer, en donde resulta evidente que los objetos observados son cristales de ADN. También se aportan otras referencias de la literatura científica que ratifican esta identificación (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018 | Chandrasekaran, A.R. 2019 | Hernandez, C.; Birktoft, J.J.; Ohayon, Y.P.; Chandrasekaran, A.R.; Abdallah, H.; Sha, R.; Seeman, N.C. 2017).

Proceso de formación de los cristales de ADN en la literatura científica y su comparativa con los observados en las muestras de la vacuna Pfizer, en imágenes del doctor Pablo Campra
Fig.2. Proceso de formación de los cristales de ADN en la literatura científica y su comparativa con los observados en las muestras de la vacuna Pfizer, en imágenes del doctor Pablo Campra.

Además, la grabación de las observaciones al microscopio, de las muestras de la vacuna, realizadas por el doctor Campra y Ricardo Delgado, han permitido corroborar la presencia de los cristales de ADN, así como su proceso de ensamblaje, que coincide con el descrito por Zhao. Véase vídeo 1.Reproductor de vídeo00:0002:33

Vídeo 1. Cristales de ADN en formación, en las observaciones de Pablo Campra y Ricardo Delgado. (Campra, P. 2021 | Degaldo, R. 2022)

Además de estas pruebas, el doctor Campra ha elaborado un documento en el que se aportan otras imágenes compatibles con la presencia de cristales de ADN en las vacunas COVID-19, que pueden ser consultadas en su página de ResearchGate o en el siguiente enlace permanente.

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Otras pruebas adicionales son las que se muestran a continuación en las figuras 3, 4 y 5. Por ejemplo en la figura 3, se comprueba la presencia de cristales de ADN y lo que parece ser una fibra o nanotubo de carbono, que en realidad podría correspondería con la estructura de un micro/nanotubo de ADN. La importancia del hallazgo es enorme, puesto que implicaría reconsiderar la composición de los objetos identificados hasta el momento, en concreto la referida a las estructuras rectangulares, romboidales y cuadrangulares y de lo que parecían ser nanotubos de carbono CNT. Debido a la complejidad y consideraciones que esto tiene en la investigación, se abordará en un apartado específico, para actualizar el conocimiento sobre estos objetos, explicando el estado de la cuestión actual, momento en el cuál se escribió esta entrada.

Obsérvese cómo tanto en la imagen de la muestra de la vacuna Pfizer, así como en la literatura científica, aparecen los cristales de ADN y una fibra que antes atribuíamos a los nanotubos de carbono CNT. Según la literatura científica, esto también podría corresponder a formaciones o estructuras de ADN en concreto, nanotubos de ADN. El hecho de encontrar imágenes que presenten los mismos elementos, en el mismo encuadre, con la misma morfología y la misma escala, está lejos de la mera coincidencia y casi se podría afirmar que se trata de estructuras de ADN. Sin embargo, para mayor seguridad, se está trabajando para realizar las pruebas de laboratorio pertinentes para confirmarlo.
Fig.3. Obsérvese cómo tanto en la imagen de la muestra de la vacuna Pfizer, así como en la literatura científica, aparecen los cristales de ADN y una fibra que antes atribuíamos a los nanotubos de carbono CNT. Según la literatura científica, esto también podría corresponder a formaciones o estructuras de ADN en concreto, nanotubos de ADN. El hecho de encontrar imágenes que presenten los mismos elementos, en el mismo encuadre, con la misma morfología y la misma escala, está lejos de la mera coincidencia y casi se podría afirmar que se trata de estructuras de ADN. Sin embargo, para mayor seguridad, se está trabajando para realizar las pruebas de laboratorio pertinentes para confirmarlo. Imágenes de la literatura científica de (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)

En la figura 4 se observan estructuras cúbicas que recuerdan a piritas cúbicas en clúster, que en realidad serían las estructuras de cristales de ADN 3D en proceso de formación. Curiosamente también se aprecian que las “grietas” o “marcas” que se observan sobre la superficie de estos cristales son muy similares a las que se aprecian en los cristales de ADN de la literatura científica. Aún se está trabajando en averiguar a qué corresponden estas grietas, si se trata de defectos de construcción o bien responde al diseño de canalizaciones predeterminadas por las moléculas de ADN o bien sigue algún patrón de circuitería, tal como se explicaba en el artículo sobre nanorouters. Las hipótesis están abiertas y todavía se requiere de más investigación y estudio, para poder asegurar con mayor precisión.

En esta comparativa, también se puede comprobar cómo durante el proceso de formación de los cristales de ADN, pueden presentar formas cúbicas, de piritas combinadas en 3D, con lo que aparenta ser grietas, que aún se encuentran sin identificar y que podrían responder a múltiples fenómenos de construcción, como lo observado en la entrada sobre nano-router. No parece haber duda de que lo observado en las vacunas tiene una aproximación morfológica muy clara con respecto a las estructuras de ADN
Fig.4. En esta comparativa, también se puede comprobar cómo durante el proceso de formación de los cristales de ADN, pueden presentar formas cúbicas, de piritas combinadas en 3D, con lo que aparenta ser grietas, que aún se encuentran sin identificar y que podrían responder a múltiples fenómenos de construcción, como lo observado en la entrada sobre nanorouter. No parece haber duda de que lo observado en las vacunas tiene una aproximación morfológica muy clara con respecto a las estructuras de ADN cristalizado. Imágenes de la literatura científica de (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)

En la figura 5 se observa una fibra o micro/nanotubo muy similar, casi idéntico, a los observados en las muestras de las vacunas, y en este caso particular, de Pfizer. Es justo y honesto reconocer, que existe la posibilidad de que muchas de las fibras observadas en las vacunas no correspondan a nanotubos de carbono de pared simple o compuesta, y que en realidad sean nanotubos de ADN de pared simple o compuesta, aunque muy probablemente funcionalizados o hibridados con grafeno, según se explicará más adelante, en el apartado de implicaciones para la investigación que se viene desarrollando desde Corona2Inspect.

Se observa cómo estas fibras aparecen comúnmente junto a los cristales de ADN, ya observados en las figura 3. Morfológicamente es una coincidencia exacta, lo cual nos induce a pensar en que en realidad muchas de las fibras o nanotubos observados en las vacunas, podrían ser en realidad nanotubos o fibras de ADN
Fig.5. Se observa cómo estas fibras aparecen comúnmente junto a los cristales de ADN, ya observados en las figura 3. Morfológicamente es una coincidencia exacta, lo cual nos induce a pensar en que en realidad muchas de las fibras o nanotubos observados en las vacunas, podrían ser en realidad nanotubos o fibras de ADN. Imágenes de la literatura científica de (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)

La importancia del hallazgo es capital, puesto que cambia muchos aspectos a nivel conceptual, del paradigma y ecosistema de objetos descubiertos hasta el momento en las imágenes de las vacunas. Ya no sólo hay grafeno e hidrogel, también habría ADN, que se emplearía para construir las estructuras que se observan, conforme a unos parámetros, diseños, plantillas predeterminadas, lo cuál no deja lugar a dudas de la existencia de nanotecnología y bioingeniería, tal como se explica en el trabajo de (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018) y en el resto de referencias de la literatura científica, muy extensa en este campo y que llevará tiempo analizar y revisar. Otras imágenes destacadas, procedentes del trabajo de Zhao son las figuras 6-X.

Muestra de autoensamblaje de cristales de ADN mediante moléculas de ADN de triángulo simétrico H=1:3
Fig.6. Muestra de autoensamblaje de cristales de ADN mediante moléculas de ADN de triángulo simétrico H=1:3 (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
Autoensamblaje de cristales con moléculas de ADN en formación H=1:0
Fig.7. Autoensamblaje de cristales con moléculas de ADN en formación H=1:0. Obsérvese como aparecen cristales 3D y 2D. También se aprecia una de estas fibras que coincide con los ya conocidos nanotubos de carbono, que ahora podrían corresponder a nanotubos de ADN. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
Fig.8. Otra imagen que presenta el mismo tipo de moléculas de ADN en proporción H=1:0, donde se observan algunas composiciones perfectas en forma de caja y rombo 2D. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
Cristales formados con moléculas triangulares simétricas de ADN del tipo H=1:6. Puede comprobarse, cómo estas proporciones hacen variar la morfología del cristal
Fig.9. Cristales formados con moléculas triangulares simétricas de ADN del tipo H=1:6. Puede comprobarse, cómo estas proporciones hacen variar la morfología del cristal. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
Se observan cristales de ADN análogos a los encontrados por el doctor Campra en el análisis de los viales de la vacuna Pfizer. En esta muestra no se añaden aditivos al ADN, lo que permite una evolución en una proporción 1:1, según indican los autores
Fig.10. Se observan cristales de ADN análogos a los encontrados por el doctor Campra en el análisis de los viales de la vacuna Pfizer. En esta muestra no se añaden aditivos al ADN, lo que permite una evolución en una proporción 1:1, según indican los autores. También se aprecia la formación de una fibra de ADN, que anteriormente habría sido identificada como un nanotubo de carbono de pared simple SWCNT. Ahora sabemos que podría corresponder con estructuras de ADN. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
Fig.11. En el cuadro inferior izquierdo se aprecia una superestructura de la que parecen desprenderse los cristales en formación. Este tipo de superestructuras son producidas cuando se emplea ADN con hebras H de “extremo pegajoso emparejado“. Esto es muy similar a lo observado por el doctor Campra en la siguiente figura 12. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
Fig.12. Comparativa de los cristales de ADN de la literatura científica y su correspondencia con las observaciones de la vacuna Pfizer, obtenidas por el doctor Campra. Los nódulos de ADN se disgregan para convertirse en cristales. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
En esta ocasión se observan formaciones de cristales de ADN cuyas hebras H presentan "extremos pegajosos no coincidentes". En estos casos, la morfología es ligeramente más irregular
Fig.13. En esta ocasión se observan formaciones de cristales de ADN cuyas hebras H` prima, presentan “extremos pegajosos no coincidentes“. En estos casos, la morfología es ligeramente más irregular. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
Otra configuración de cristales de ADN de extremo pegajoso no coincidente, conforme al patrón H'' doble prima
Fig.14. Otra configuración de cristales de ADN de extremo pegajoso no coincidente, conforme al patrón H“ doble prima. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
Otra observación de cristales de ADN en cuya solución se encuentra una fibra de ADN en formación, adherida a los cristales, debido al extremo pegajoso de las hebras de ADN
Fig.15. Otra observación de cristales de ADN en cuya solución se encuentra una fibra de ADN en formación, adherida a los cristales, debido al extremo pegajoso de las hebras de ADN. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
Fig.16. En la formación de cristales, se detectan algunas aberraciones estructurales, debido a la redundancia de moléculas de ADN. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
Fig.17. En la imagen se observa un nódulo del que se desprenden y forman los cristales de ADN, similar al observado en las figuras 11 y 12. El tipo de de molécula de ADN es H:H´´ doble prima en proporción 1:20:20. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)
Fig.18. Cuando la molécula de ADN es de tipo triángulo H´´ doble prima en proporción 1:5 se obtienen este tipo de objetos que también fueron observados en las muestras de la vacuna, véase vídeo 1. (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018)

El resto de imágenes de la investigación de Zhao y su equipo pueden consultarse en el documento de información de apoyo de su artículo científico “Modulating Self-Assembly of DNA Crystals with Rationally Designed Agents” o bien en el siguiente enlace permanente http://corona2inspect.net/wp-content/uploads/2022/02/Zhao-J.-2018-suplemento-10.1002_anie.201809757.pdf.

El trabajo de Zhao. La tensegridad del ADN

La formación de cristales de ADN es importante para el desarrollo de nanotecnologías compatibles con el cuerpo humano, pero también para permitir procesos de autoensamblaje precisos con los que configurar dispositivos más complejos. De hecho “el ADN es una molécula poderosa para el autoensamblaje programado… En la última década, se han desarrollado cristales de ADN 3D diseñados racionalmente, que pueden servir como andamios para la carga de enzimas y la determinación de la estructura, como dispositivos de filtración y como sistemas de dispositivos controlables (Hao, Y.; Kristiansen, M.; Sha, R.; Birktoft, J.J.; Hernandez, C.; Mao, C.; Seeman, N.C. 2017)… En estos cristales, las interacciones entre motivos (hibridaciones de extremo pegajoso) están diseñadas racionalmente y se pueden programar/modificar fácilmente en función del emparejamiento de bases Watson-Crick… Debido a la capacidad de programación del ADN, estos cristales de ADN diseñados proporcionan un excelente sistema modelo para estudiar cuestiones fundamentales en la cristalización biomacromolecular” (Zhao, J.; Zhao, Y.; Li, Z.; Wang, Y.; Sha, R.; Seeman, N.C.; Mao, C. 2018). Esto convierte al ADN en el material idóneo para ser administrado en una solución acuosa, como la de la vacuna.

Según Zhao y su equipo, la creación de cristales de ADN depende de la cantidad de núcleos de cristalización, estas son las moléculas de ADN con una estructura denominada “triángulo de tensegridad de ADN” y el factor tiempo. Según refieren en su estudio “el crecimiento de los cristales depende críticamente de la cinética de cristalización. En general, pocos núcleos conducen a pocos (y grandes) cristales; una tasa de crecimiento lenta conduce a una alta calidad del cristal. Con el cristal de triángulo de tensegridad de ADN diseñado como sistema modelo, hemos planteado la hipótesis de que podríamos hacer crecer cristales grandes agregando un agente que interfiere con la nucleación y el crecimiento del cristal“. El triángulo de tensegridad de ADN, parece ser un elemento importante para la conformación de estructuras cristalinas, configurando una compleja red de ADN, de acuerdo a patrones geométricos predeterminados, véase figura 19. El concepto de “Tensegridad” se refiere al principio estructural que permite la unión de objetos en una red tensionada, lo que es aplicable a las cadenas del ADN, que dan origen a estos cristales. Dicho de otra forma, el equilibrio del cristal, depende de la tensión que se ejerce entre las partes de la cadena de ADN que están en contacto, lo cuál es especialmente cierto en los extremos de las hebras del genoma en su unión con el resto de moléculas de ADN.

Estructura y codificación genética de los triángulos de ADN o tensegridad ADN (ácido desoxirribonucleico) donde se observan las hebras que conforman la estructura triangular. Obsérvese cómo varios de estos triángulos pueden unirse en los enlaces de sus extremos, conformando estructuras más complejas, de acuerdo a un patrón que puede ser predeterminado. Finalmente se configuran los cristales observados en la literatura, que resultan idénticos a los analizados en las muestras de la vacuna
Fig.19. Estructura y codificación genética de los triángulos de ADN o tensegridad ADN (ácido desoxirribonucleico) donde se observan las hebras que conforman la estructura triangular. Obsérvese cómo varios de estos triángulos pueden unirse en los enlaces de sus extremos, conformando estructuras más complejas, de acuerdo a un patrón que puede ser predeterminado. Finalmente se configuran los cristales observados en la literatura, que resultan idénticos a los analizados en las muestras de la vacuna.

Adicionalmente, se explica que el mecanismo de unión entre triángulos de tensegridad de ADN, o bien, otras estructuras de ADN, son los extremos de las hebras del genoma y sus nucleótidos, lo que permite el crecimiento del cristal, su orientación, dimensionalidad y limitación de ensamblaje. Esto es explicado de la siguiente forma “El motivo de ADN básico es un triángulo de tensegridad con simetría rotacional triple. Hay un par de extremos adhesivos complementarios a lo largo de cada borde del triángulo, por lo que los motivos triangulares pueden asociarse entre sí en tres direcciones independientes mediante una asociación idéntica de extremos adhesivos para formar cristales 3D. Para este sistema, hemos diseñado una hebra de horquilla (H) de 12 nucleótidos (nt) de largo. Contiene un extremo cohesivo de 2 nt de largo, que es idéntico a los tres extremos cohesivos y complementario a los otros tres del triángulo del ADN. La cadena H puede unirse transitoriamente a la superficie de los cristales triangulares en crecimiento y los motivos triangulares, y evitar que los cristales crezcan más y evitar que los motivos triangulares se asocien entre sí“. Esto demostraría el control en la producción de los cristales, así como el uso de hebras H (de horquilla) en la vacuna Pfizer, al obtener resultados idénticos, tal como se presenta en las imágenes de la figura 2, 20 y vídeo 1.

En la figura 20 se pueden observar otras formas de cristales de ADN, de acuerdo a las hebras H, que actúan como agentes moduladores. En comparación con las imágenes de microscopía óptica de las muestras de la vacuna Pfizer, se demuestra nuevamente una gran similitud. Véanse también la figura 18.

A la izquierda se observa el Triángulo de tensegridad de ADN con distintas terminaciones o hebras H que permiten el desarrollo de distintos tipos de cristales, con un crecimiento controlado 2D o bien 3D. A la derecha se observan las imágenes de la vacuna Pfizer obtenidas por el doctor Campra, en las que se corrobora el crecimiento de cristales análogos conforme al patrón de ADN sintético con terminaciones en H, H prima y H doble prima
Fig.20. A la izquierda se observa el Triángulo de tensegridad de ADN con distintas terminaciones o hebras H que permiten el desarrollo de distintos tipos de cristales, con un crecimiento controlado 2D o bien 3D. A la derecha se observan las imágenes de la vacuna Pfizer obtenidas por el doctor Campra, en las que se corrobora el crecimiento de cristales análogos conforme al patrón de ADN sintético con terminaciones en H, H´ prima y H´´ doble prima.

Nanotecnología basada en ADN y grafeno

Si se considera que existe una tecnología de autoensamblaje basada en ADN, que forma cristales idénticos a los observados en las muestras de la vacuna Pfizer, se podría considerar, de igual modo, que existan tecnologías de ADN para el autoensamblaje de circuitos. Esto es lo que se desvela al estudiar el trabajo de (Scalise, D.; Schulman, R. 2019). Esto es posible gracias a que las hebras del ADN sintético, que emplean unas secuencias muy concretas, que “pueden detectar información en su entorno y controlar el ensamblaje, desensamblaje y la reconfiguración del material. Estas secuencias podrían servir como entradas y salidas para circuitos informáticos de ADN, lo que permitiría que los circuitos de ADN actúen como procesadores de información química, para programar comportamientos complejos en sistemas químicos y materiales“. De hecho, no sólo podrían procesar información química, ya que también se añade que “Específicamente, existen interfaces que pueden liberar hebras de ADN en respuesta a señales químicas, longitudes de onda de luz, pH o señales eléctricas, así como hebras de ADN que pueden dirigir el autoensamblaje y la reconfiguración dinámica de nanoestructuras de ADN, regular ensamblajes de partículas, controlar la encapsulación y manipular materiales, incluidos cristales de ADN, hidrogeles y vesículas. Estas interfaces tienen el potencial de permitir que los circuitos químicos ejerzan un control algorítmico sobre los materiales sensibles, lo que en última instancia puede conducir al desarrollo de materiales que crecen, sanan e interactúan dinámicamente con sus entornos“. Estas afirmaciones de Scalise y Schulman son muy esclarecedoras, puesto que confirma que con las estructuras de ADN sintético se pueden crear circuitos, tomar como señales la longitud de onda de luz, desarrollar dispositivos optolectrónicos y operar con señales eléctricas. Adicionalmente hace una clara alusión a los cristales de ADN, los hidrogeles y vesículas que pueden ser manipuladas para desarrollar un autoensamblaje controlado, e inclusive su autoreparación. Sin embargo, los circuitos de ADN no sólo serían capaces de trabajar con señales eléctricas. Es en este punto, donde el grafeno entra en escena, puesto que está demostrado que se sintetiza en los aptámeros de las hebras del ADN, otorgándolas capacidades superconductoras y de recepción de señales electromagnéticas, dada la capacidad para absorber la radiación y por tanto, las microondas. Esto es afirmado por (Wang, L.; Zhu, J.; Han, L.; Jin, L.; Zhu, C.; Wang, E.; Dong, S. 2012) que desarrolló un método para sintetizar óxido de grafeno GO en los aptámeros del ADN para crear puertas lógicas y multiplexación en el contexto del desarrollo de circuitería de ADN. Esto queda reflejado en el siguiente párrafo textual “se construyó un sistema GO/aptámero para crear operaciones lógicas multiplexadas y permitir la detección de objetivos multiplexados. El aptámero de unión de trifosfato de adenosina (ABA) marcado con 6-carboxifluoresceína (FAM) y el aptámero de unión de trombina (TBA) marcado con FAM se adsorbieron primero en óxido de grafeno (GO) para formar un complejo GO/aptámero, lo que llevó a la extinción de la fluorescencia de FAM. Demostramos que la interacción única GO/aptámero y el reconocimiento específico del objetivo del aptámero en el sistema objetivo/GO/aptámero eran programables y podían utilizarse para regular la fluorescencia de FAM a través de Puertas lógicas OR e INHIBIT“. Al configurar los aptámeros con óxido de grafeno, aumenta la conductividad eléctrica de la trama de ADN objetivo, y permite que actúen como transistores de campo, reduciendo el consumo de energía, necesaria para hacer funcionar la red de nanocomunicaciones intracorporal.

Fig.21. Óxido de grafeno en los aptámeros del ADN para crear puertas lógicas con propiedades superconductoras y electromagnéticas mejoradas. En el experimento se confirma que puede ser sintetizado de forma sencilla y mejorar las capacidades de reconocimiento de señales, permitiendo su aplicación como receptores biomiméticos y su aplicación en el desarrollo de circuitos de computación nanotecnológica. (Wang, L.; Zhu, J.; Han, L.; Jin, L.; Zhu, C.; Wang, E.; Dong, S. 2012)

Retomando el trabajo de (Scalise, D.; Schulman, R. 2019), se confirma en repetidas ocasiones que el desarrollo de circuitos de ADN permiten realizar las mismas operaciones que los circuitos de transistores electrónicos, refiriéndose explícitamente a esta cuestión de la siguiente forma “Los circuitos de ADN son un medio particularmente prometedor para la computación dentro de los sistemas químicos. Se componen principalmente de oligonucleótidos de ADN (es decir, cadenas cortas de ADN), pero también pueden contener enzimas como la ADN polimerasa o exonucleasas (Zhang, D.; Seelig, D. 2011 | Baccouche, A.; Montagne, K.; Padirac, A.; Fujii, T.; Rondelez, Y. 2014 | Willner, I.; Shlyahovsky, B.; Zayats, M.; Willner, B. 2008). Los circuitos de ADN pueden realizar las mismas operaciones fundamentales que los circuitos de transistores electrónicos, incluidas la lógica booleana y la aritmética (6–9), la generación de oscilaciones y la regulación del tiempo (10–13) y la ejecución de algoritmos interactivos“. A tenor de estas afirmaciones, ampliamente documentadas en la literatura científica, no parece haber dudas de que la electrónica tradicional, basada en la tecnología CMOS y el silicio, son perfectamente reproducibles a escala genética. Por tanto, no hay ninguna razón para dudar de la presencia de dispositivos micro/nano electrónicos basados en ADN sintético, al contrario, todos los indicios que se vienen explicando en el transcurso de la investigación de este blog, apuntan a que las vacunas y en concreto Pfizer, posee nanotecnología no declarada.

De forma muy clara, Scalise y Schulman explican cómo funciona el Input y el Output de este tipo de circuitos “Las entradas a los circuitos de ADN son hebras de ADN con secuencias específicas que pueden transmitir información sobre un material o entorno al circuito. Del mismo modo, las salidas de un circuito de ADN son hilos que pueden controlar los estados de los materiales o moléculas. Las hebras de entrada/salida de los circuitos de ADN son, por lo tanto, análogas a los puertos USB de las computadoras electrónicas, es decir, una interfaz estándar que permite que el circuito se comunique con dispositivos periféricos, en este caso, moléculas o materiales. El uso de interfaces modulares de entrada/salida es un principio de diseño clave que permite que los mismos tipos de circuitos interactúen con un conjunto diverso de materiales. En principio, un sensor de entrada podría cambiarse por un tipo diferente de sensor para permitir que el mismo circuito reciba y procese información sobre un tipo diferente de estímulo ambiental. De manera similar, los actuadores de salida podrían intercambiarse para permitir que el mismo circuito dirija diferentes respuestas“. Esto permite comprender la interoperabilidad de los circuitos de ADN, con puertos de datos bien definidos.

El desarrollo de circuitos moleculares de ADN autoensamblados tendría lugar en un medio adecuado, en concreto, mediante el uso de hidrogeles. Este detalle es importante, puesto que se venía barajando la presencia de hidrogeles en las vacunas, tal como se explica en la entrada sobre el espectro Raman 1450, detectado en los viales de la vacuna, conforme al resultado obtenido por el doctor Campra. De hecho, Scalise y Schulman afirman que “Los hidrogeles son materiales compuestos por cadenas poliméricas reticuladas en agua. Al incorporar ADN en el hidrogel como enlaces cruzados (Nagahara, S.; Matsuda, T. 1996), se pueden manipular dinámicamente las propiedades materiales del hidrogel agregando cadenas de ADN para alterar, romper o crear enlaces cruzados. Según (Lin, D.C.; Yurke, B.; Langrana, N.A. 2004) desarrollaron entrecruzamientos de ADN que podían disociarse de forma reversible añadiendo una hebra complementaria a una de las hebras de entrecruzamiento. Los hidrogeles con enlaces cruzados de ADN también se pueden endurecer o ablandar agregando ADN que cambia la conformación de los enlaces cruzados entre un estado de doble cadena o una conformación parcialmente monocatenaria (Lin, D.C.; Yurke, B.; Langrana, N.A. 2005) a través de reacciones de desplazamiento de cadena de ADN“. Esta descripción es compatible con los cristales de ADN, que inicialmente se observan flexibles durante el proceso de autoensamblaje (véase vídeo 1), pero que endurecen conforme se terminan de construir, mostrando una morfología consistente o rígida.

Otro detalle que confirmaría que lo observado en las imágenes de microscopía son trazas de coloraciones fluorescentes, que se desarrollarían en estructuras tridimensionales, como resultado de la modificación o alteración de sus cadenas de ADN o la introducción de oligonucleótidos tintados. En palabras de (Scalise, D.; Schulman, R. 2019 | Hao, Y.; Kristiansen, M.; Sha, R.; Birktoft, J.J.; Hernandez, C.; Mao, C.; Seeman, N.C. 2017) se indica que “las reacciones de desplazamiento de cadenas de ADN operan dentro de cristales de ADN tridimensionales, por ejemplo, mediante el uso de cadenas de ADN con diferentes modificaciones fluorescentes para cambiar el color de un cristal“. Esta práctica de coloración está recogida en varios trabajos, de los que merece la pena destacar el de (Rusling, D.A.; Chandrasekaran, A.R.; Ohayon, Y.P.; Brown, T.; Fox, K.R.; Sha, R.; Seeman, N.C. 2014) en donde se logra una coloración verde turquesa fluorescente, similar a algunas de las trazas observadas en los cristales de las muestras fotografiadas de la vacuna Pfizer, véase figura 22.

Trazas de fluorescencia en algunos de los cristales de ADN observados en las muestras de la vacuna Pfizer
Fig.22. Trazas de fluorescencia en algunos de los cristales de ADN observados en las muestras de la vacuna Pfizer. (Campra, P. 2021)

Además, Rusling y su equipo plantean su investigación completamente en línea con lo ya descrito en esta entrada, afirmando que “El ADN es una molécula muy útil para el autoensamblaje programado de objetos a nanoescala 2D y 3D. El diseño de estas estructuras aprovecha la hibridación Watson-Crick y el intercambio de hebras para unir dúplex lineales en ensamblajes finitos. Las dimensiones de estos complejos se pueden aumentar en más de cinco órdenes de magnitud mediante el autoensamblaje de segmentos cohesivos monocatenarios (extremos cohesivos). Los métodos que explotan la direccionabilidad de secuencias de las nanoestructuras de ADN permitirán el posicionamiento programable de componentes en el espacio 2D y 3D, ofreciendo aplicaciones como la organización de la nanoelectrónica, la dirección de cascadas biológicas, y la determinación de la estructura de moléculas posicionadas periódicamente por difracción de rayos X. Con este fin, presentamos un cristal 3D macroscópico basado en el triángulo de tensegridad rotacionalmente simétrico de 3 pliegues,  que puede ser funcionalizado por un oligonucleótido formador de triplex en cada uno de sus bordes helicoidales (TFO)… En presencia de TFO los cristales eran verdes, demostrando nuevamente la incorporación exitosa de TFO dentro del cristal“.

En lo que respecta a la posibilidad de desarrollar circuitos y dispositivos electrónicos, existe abundante literatura científica que demuestra la implicación directa del ADN autoensamblado para crear sistemas de computación y nanotecnología, también mediante cristales de ADN. Un ejemplo se puede encontrar en el artículo de (Jackson, T.; Fitzgerald, R.; Miller, D.K.; Khisamutdinov, E.F. 2021) que explica literalmente lo siguiente “La integración de los avances en la nanotecnología de ácidos nucleicos y en las tecnologías de aptámeros de ácidos nucleicos hace posible construir nanopartículas novedosas que desempeñan funciones intermedias entre las computadoras electrónicas y los sistemas biológicos. La programación con moléculas biológicas, especialmente con ácidos nucleicos (NA), se está volviendo muy atractiva debido a su potencial de funciones que van desde la simple emisión de fluorescencia hasta la sofisticada regulación génica in vivo. El comportamiento estructural que abarcan sus secuencias se puede predecir y manipular mediante algoritmos de plegado 2D. Los biopolímeros de ácido nucleico resultantes se pueden usar como nanoagentes controlados por lógica para aplicaciones biomédicas específicas. Los aptámeros de ARN fluorogénico se pueden diseñar para funcionar como un circuito simple dentro de puertas lógicas binarias individuales. Esto demuestra el gran potencial de la nanotecnología de ácidos nucleicos y promete desarrollar tecnologías de vanguardia, especialmente si se combina sinérgicamente con otros sistemas informáticos y nanorobóticos“. Y aún más importante, las investigaciones científicas confirman que se podrían diseñar dispositivos para la “transducción de señales y su procesamiento“, lo que coincide con las tareas realizadas por los enrutadores, routers, transductores, controladores, explícitamente mencionados en el contexto de la red inalámbrica de nanocomunicaciones intracorporal. De hecho, se afirma Jackson y su equipo afirman que “La nanotecnología de ADN podría proporcionar un enfoque sencillo para diseñar modularmente interfaces fáciles de usar para E/S de señales en las que todas las tareas de transducción de señales, procesamiento de información y generación de señales se lleven a cabo mediante elementos de circuitos de ADN/ARN. En primer lugar, dado que muchas nanoestructuras de ADN son fácilmente internalizadas por las células vivas y presentan numerosos sitios de unión, pueden emplearse como vehículos de suministro multifuncionales para llevar proteínas reguladoras y circuitos informáticos de ADN/ARN a los organismos vivos. Además, estos complejos pueden guiarse hacia orgánulos u órganos específicos con pequeños ligandos, aptámeros o señales peptídicas precargadas en nanoestructuras de ADN. Dichos sistemas permitirían diseñar un sistema universal para llevar instrucciones genéticas a la célula utilizando módulos basados ​​en nanoestructuras de ADN. En segundo lugar, las nanoestructuras dinámicas de ADN que incorporan FNA (Ácidos Nucleicos Funcionales) ofrecen una gran flexibilidad en el diseño de transductores de señales debido a la disponibilidad de una amplia gama de FNA identificadas por SELEX (Evolución Sistemática de Ligandos por Enriquecimiento Exponencial) o extraídas de genomas naturales. Estos transductores pueden transformar específicamente una señal de entrada en estados binarios digitales (Encendido 1/Apagado 0) a través de la conmutación estructural. Las biomoléculas reguladoras liberadas durante el cambio estructural pueden retransmitirse y reconfigurarse a vías o circuitos de señales intracelulares. En tercer lugar, los circuitos de ADN/ARN pueden actuar directamente sobre los ácidos nucleicos producidos durante la transducción de señales de entrada para procesar información y tomar decisiones lógicas. En cuarto lugar, una vez que se han procesado las señales, el ADN/ARN se puede utilizar para generar las señales de salida que se pasan a un observador externo en otras células.

Operaciones booleanas y puertas lógicas con ADN

La abundancia de literatura científica en torno al diseño de aritmética booleana, computación, puertas lógicas con ADN, entre otros, se podría calificar de excepcional. Es muy prolija, véanse algunas referencias (George, A.K.; Kunnummal, I.O.; Alazzawi, L.; Singh, H. 2020 | Fan, D.; Wang, J.; Wang, E.; Dong, S. 2020 | Xiong, X.; Xiao, M.; Lai, W.; Li, L.; Fan, C.; Pei, H. 2021 | Zhao, S.; Yu, L.; Yang, S.; Tang, X.; Chang, K.; Chen, M. 2021 | Yao, C.Y.; Lin, H.Y.; Crory, H.S.; de-Silva, A.P. 2020 | Zhou, Z.; Wang, J.; Levine, R.D.; Remacle, F.; Willner, I. 2021 | Katz, E. 2020 | Lv, H.; Li, Q.; Shi, J.; Fan, C.; Wang, F. 2021 | Jiang, C.; Zhang, Y.; Wang, F.; Liu, H. 2021 | Liu, Q.; Yang, K.; Xie, J.; Sun, Y. 2021 | Chen, Z.; Yin, Z.; Cui, J.; Yang, J.; Tang, Z. 2021 | Zhang, J.; Liu, C. 2021 | Wang, Y.; Qian, M.; Hu, W.; Wang, L.; Dong, Y. 2020). En la mayoría de las investigaciones se está de acuerdo en que el desplazamiento de cadenas de ADN es la propiedad que permite desarrollar modelos de computación molecular. De esta forma, los circuitos de conmutación digital, las puertas lógicas, los interruptores de flujo, permiten adaptar la electrónica convencional al modelo de computación digital molecular. Esto es confirmado, por ejemplo, por (Chatterjee, G.; Dalchau, N.; Muscat, R.A.; Phillips, A.; Seelig, G. 2017) en su trabajo “Una arquitectura espacialmente localizada para computación rápida de ADN modular“, que fue portada del blog de investigación de Microsoft en el que se anunció el diseño y producción de placas de circuitos computacionales a nanoescala con ADN. Para ello se crean circuitos de conmutación de ADN, también conocidos por sus siglas en inglés DSC, que permiten programar el comportamiento de cadenas de ADN para realizar operaciones de cálculo, raíces cuadradas, adiciones, productos… Esto se afirma en el trabajo de (Wang, F.; Lv, H.; Li, Q.; Li, J.; Zhang, X.; Shi, J.; Fan, C. 2020) en donde se puede comprobar cómo la activación y desactivación de las secuencias genéticas, se emplean para realizar los cálculos aritméticos, véase figura 23 y 24. Esto es literalmente extrapolable a la operativa con código binario y por consiguiente, con el funcionamiento de transistores y circuitos integrados, véanse algunos ejemplos (Polonsky, S.; Stolovitzky, G.; Rossnagel, S. 2007 | Ogata, N. 2012 | Gupta, R.K.; Saraf, V. 2009 | Sawlekar, R.; Nikolakopoulos, G. 2021 | Yan, S.; Wong, K.C. 2021 | Bhalla, V.; Bajpai, R.P.; Bharadwaj, L. M. 2003 | Zahid, M.; Kim, B.; Hussain, R.; Amin, R.; Park, S.H. 2013 | Matsuo, N.; Takagi, S.; Yamana, K.; Heya, A.; Takada, T.; Yokoyama, S. 2012 | Lyshevski, MA 2005 | Wang, K. 2018).

Implementación de la computación digital booleana, con circuitos de ADN. Obsérvese cómo el proceso de encendido y apagado de la cadena, provoca una lógica booleana que se puede aprovechar para realizar cálculos aritméticos
Fig.23. Implementación de la computación digital booleana, con circuitos de ADN. Obsérvese cómo el proceso de encendido y apagado de la cadena, provoca una lógica booleana que se puede aprovechar para realizar cálculos aritméticos. (Wang, F.; Lv, H.; Li, Q.; Li, J.; Zhang, X.; Shi, J.; Fan, C. 2020)
Implementación de funciones booleanas con circuitos de ADN sintético. Puede observarse cómo los datos binarios de la tabla pueden ser representados en los circuitos de las moléculas de ADN. También se realizaron cálculos de consumo energético, muy reducidos